jueves, 20 de enero de 2011

Curiosidades medievales II

…Hay que ver lo curiosos que somos ¿eh?, como dijo Trillo, manda huevos. Bueno a ver dónde estábamos. Sí Los apellidos, lo habíamos dejado en los apellidos. Pues una cortita, esta imagino que la sabe todo el mundo, pero sirva para saber no solo cómo se apellidaban nuestros antepasados, sino para seguir la pista a cómo se llamaban. Sabréis que el “–ez” o “–iz” que llevan los apellidos en castellano quiere decir “hijo de”. Hay quien dice que esa partícula viene del vasco, otros que del latín, e incluso hay quien sostiene que viene del godo. Yo como no lo sé, ni quito ni pongo rey, solo lo expongo. Así Ruiz, es el hijo de Ruy, Rodríguez es el hijo de Rodrigo, Pérez es el hijo de Pero (que no Pedro), López el hijo de Lope, Núñez de Nuño, Álvarez de Alvar, Laínez de Laín, Méndez de Mendo.
En otros idiomas pasa lo mismo, en portugués, muchos apellidos acaban igual pero con  “-es”, como Juan Valdés, el del café. En escocés lo hacen con el “Mac” como la famosa cadena de “comida” basura MacDonals. Los irlandeses lo hacen con “ O’ ”, como Scarlett O’Hara En inglés es más evidente, pues en ese idioma, “son” si que quiere decir hijo. Así Jackson sería el hijo de Jack, excepto si es Jack el destripador que ese es un hijo de… la Gran Bretaña.
Por si no lo sabíais os diré que cuando nos referimos al nombre de pila de alguien, nos referimos al nombre que el cura y sus padres le dieron en la pila bautismal.

Y como andamos hablando de palabras que tienen origen en el pasado, vamos con algunos orígenes de algunas palabras que os resultarán harto curiosos. Como también sabéis muchas palabras de nuestro idioma vienen del árabe, cosa bastante normal pues si echáis cuentas desde 711 hasta 1492 estuvieron aquí 781 años. Por comparar un poco os diré que la presencia española en América comenzó en el mismo 1492 y terminó con la dolorosa pérdida de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y la Isla de Guam de un solo golpe en el infausto 1898, 406 años… pero esto es otra historia. A lo que iba: Baraja por ejemplo, viene del árabe baraka que quiere decir fortuna. ¿Qué otra cosa te entregan cuando te pasan cuatro cartas en el mus, cinquillo o julepe (que por cierto también viene del árabe y significa jarabe y desorden)?
Ya que estamos en fortuna y juegos, otra: Azar. Viene del árabe al-Zahr que significa, como supondréis, flor. ¿Y qué demonios tiene que ver una flor con todo esto? Pues por que ellos, los árabes con los dados que jugaban, en la cara del dado que solo lleva un punto, pintaban una flor. De ahí viene.
Otra más terrible: macabro, macabra, viene del árabe makbara que significa…. ¡TACHAÁN!.... significa cementerio. Tiene su cosa ¿verdad?
Jinete: viene del árabe zanatí . Los zanatíes pertenecían a una tribu beréber que vivía en el Atlas, que se llamaba  Zanata y que eran famosos por criar los mejores caballos y ser unos auténticos maestros de la equitación
Marrano: Del árabe muharran, que viene a ser algo así como maldito, excomulgado, anatema. Tras las conversiones forzosas de la inquisición a los judíos conversos se les llamaba marranos.
¡¡Y ahora que digo inquisición!! A la mayoría del mundo mundial, la inquisición le traerá a la mente espantosas imágenes de malvados españoles torturando inocentes, es más me atrevo a decir que en el 90% de los casos a la inquisición le ponemos el apellido de “española” ¿Me equivoco? Pues bien como todo el mundo sabe, o debería de saber, la inquisición nació en… se hacen apuestas… ¿Castilla? ¿Aragón? ¿León? ¿Navarra?... la realidad es que la inquisición con su barbarie, con su INTOLERANCIA nació en… Francia.
Sí, en Francia y no en España. A nuestro país llegó más de dos siglos después de que decenas de miles de “herejes” del país vecino, albigenses mayormente fueran masacrados por los cruzados. Sí cruzados. Las cruzadas no solo se libraron en Tierra Santa.

Esto de reos me lleva a explicaros el curioso origen de la frase “estar a la cuarta pregunta” Cuando en la “España de las 3 culturas” (otro día hablaremos de esta mentira, verdad en parte) y de los cinco reinos la justicia atrapaba a alguien, le hacían sistemáticamente cuatro preguntas, la primera, obviamente nombre y edad. La segunda, patria y profesión, la tercera, religión y estado. La cuarta: rentas. Al igual que pasa ahora, pocos ricos iban a la cárcel de modo que todos los que daban con sus huesos en aquellas pútridas cárceles, podían responder a todo menos a la cuarta pregunta. De ahí salió el dicho popular.
Otro dicho popular muy gracioso que me explicó un día su origen mi abuelo: “¿Qué tienen que ver los cojones con comer trigo?”  ¿Os suena? Al parecer había un caballero que volvía a su casa tras una batalla. Cabalgaba en un poderoso semental y como hacía tanto calor decidió descansar un poco. Se tumbó bajo un árbol y dejó suelto a su caballo para que comiese. Este se metió en un trigal y se puso a comer. Llegó entonces el dueño del trigal y le dijo al caballero que se llevase a su caballo, que le estaba destrozando todo el trigal. El caballero le llamó y el caballo ni caso, le volvió a llamar y el animal a lo suyo. Entre tanto el dueño del trigal estaba ya frenético y el caballero le pidió disculpas por el comportamiento de su montura. –Perdónele usted, es que está entero (sin castrar) y no obedece. A lo cual el enfurecido campesino respondió con la susodicha frase: ¡¡¡Y qué tienen que ver los cojones para comer trigo!!

La última por hoy: Todos hemos brindado alguna vez, pero ¿de donde viene esa costumbre? Parece ser que es una muestra de confianza de los anfitriones a sus huéspedes, me explico. Estaba “mal visto” llegar y matar a un rival para apoderarte de sus tierras, de sus ganados, de sus bienes y sus negocios, de modo que se le invitaba a un cenorrio, se le suministraba un poquito de veneno y el otro se iba a su casa tan contento donde palmaba. Limpio. Sin sangre de por medio. Así, para “limar asperezas” cuando el conde de tal invitaba al marqués de cual, vertía en la copa del otro vino de su propia copa, para demostrar que no estaba envenenada y lo hacía, lógicamente por su salud. De ahí la cosa quedó en simplemente un tocar las cosas y un “salud”
Venga y ya enlazo esta con otra que me viene a huevo: De un modo parecido, cuando dos caballeros se encontraban en un camino, en una ciudad, en un torneo, se levantaban los yelmos como señal de cortesía hacia el otro. Esto ha quedado en el saludo que aún hoy, se hacen los militares.

Y hasta aquí hoy, que me lío, me lío y hay que dejar un poquejo para otro día.
Sed buen@s


3 comentarios:

  1. Muy bueno las curiosidades.Te lanzo un guante y dinos tu postura de la convivencia de las tres culturas.Mi opinión es que...viendo la historia con los ojos de la historia,no era mala la convivencia dicha.Si ves la historia con los ojos contemporáneos,sin duda era nefasta.Conclusión:En mi opinión ver la historia con ojos del 2011 es un error(con todos mis respetos).

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  2. Incluye algunas imagens para ilustrarnos!!!!

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  3. ... Y dices tu de mili, en el fuero de Sepúlveda (amada tierra) sí que se dictaban hermosas leyes para los pobladores...

    Jugoso documento:
    http://www.ua.es/personal/agustin.bermudez/pdf/organizacion.pdf

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